
Todos alguna vez, hemos dejado nuestra vida en manos de otra persona...o le hemos concedido el privilegio de que la rija ...
a veces le damos el poder a los demás de manejarla.
Pero somos nosotros mismos los que debemos quitar el poder que jamás se le debe ceder a nadie...
regir nuestras propias vidas dejándonos como una marioneta desorientada, buscando cómo enderezar los pasos y seguir, "recomponiendo los hilos".
Afortunadamente no somos marionetas, aunque a veces duela sentirse como tal.
aun asi, es que algunos son finalmente marionetas del destino, aunque a unos los guardan en la cajita antes que a otros....
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